Un día me siento en mi silla y mirando hacia la ventana veo las gotas caer.Al igual mis ojos se llenan de lagrimas.Juego como un simple niño a ver que gota baja primero.Esa niña que aun hay dentro de mí es la que me dice que lo grite.Me niego a hacerlo, no puedo gritarle al mundo que lo quiero hasta con la última célula de mi cuerpo.Recuerdos de palabras inútiles,sin sentido echas exclusivamente para hacer sangrar mi herida.Porque él a pesar de todo ya tiene otra persona especial en su vida.
Salgo a la calle donde mis lágrimas solo sean parte del agua que cae sobre mí.Ando sin rumbo, por las calles solitarias y apagadas por el gris cielo.Vago por el mundo de mis recuerdos, aquellos en los que alguna vez reí y en los que alguna vez lloré y me pregunto porque siempre apareces tú en ellos.Quisiera escribir tu nombre en la arena y luego borrarlo a pisotones pero sabes? no puedo soy demasiado débil como para hacerte desaparecer de mi vida, demasiado difícil borrar las huellas que dejaste en mi mente.Me ahogo en el intento de olvidarte..
Tomo el camino de vuelta hacia mi casa, en cada losa que piso voy dejando cada uno de los recuerdos y trocitos de mi corazón, con la esperanza de que alguien algún día los encuentre y los recoja.
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