Pum. Otra vez esa sensación. Otra vez esa sonrisilla que se dibuja en mi cara sin ninguna explicación. Otra vez esas ganas de abrazarle en cualquier momento. Pum. Millones de pulsaciones a la vez. Ganas de reírte y de llorar al mismo tiempo, ganas de comerte la vida tú solita y no dejar nada para los demás. De ser feliz, a su lado. De dejar de pensar en lo que va a pasar, y empezar a pensar en lo que está pasando.
Ganas de descubrir cosas nuevas de él.
Ganas de bailar y de reír, de beberme el miedo.
¿Yo? Tengo ganas de ti.
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